27.6.10

Walrus en facebook!

Parece ser que Walrus sigue dispuesto a repartir estopa desde su pestilente refugio costero. No contento con sabotear el servicio de correos, hacernos la vida imposible con paquetería satánica y provocar el caos mental con una historia, la de TERRITORIAL PISSINGS, que sigue creciendo descontroladamente; no contento, digo, con intervenir en el devenir de la historia del rock con enigmáticas intenciones, la morsa ha decidido expandir sus aletas en el mundo de las redes sociales, y ser otro peligro potencial para la chavalería mundial. Sí amigos, Walrus está en facebook. Si os van estas cosas, podeis encontrarlo AQUÍ. Vosotros sabreis lo que haceis...
Pablo, debimos regalarle esa cafetera retro tan chula en vez del portátil...

22.6.10

Somos gente de palabra, menos la morsa, que dudamos siquiera que sea gente

+ Por fín van llegando esos premios y... esas fotos!!

Gracias hipoglúcidos!!

Permanezcan atentos porque en breve...
el próximo concurso A BOCETADAS II !
+ Creo que no entendieron un carajo Walrus...
más suerte la próxima vez!! Jajaja!


8.6.10

ARCHIE: ahí va ese bólido

Hasta las morsas tienen huellas dactilares, amigos. Mientras rastreamos una jugosa pista con olor a sepia descompuesta que tal vez nos conduzca a la guarida infecta de Walrus, y con ello al alijo ilegal de chorradillas molonas del cómic, os presentamos a otro de esos personajes secundarios que habitan en el universo de TERITORIAL PISSINGS.

Sep, aunque ahora mismo os parezca sólo chatarra con ruedas, ARCHIE es un auténtico personaje. Actualmente es el vehículo autopropulsado que Byob suele utilizar, básicamente, para escapar. Sus colegas, sin embargo, disfrutan de la visión del vómito sobre su ya de por sí pegajosa tapicería. Byob rescató a Archie del depósito municipal en una confusa incursión nocturna que comenzó en la bolera y terminó en un karaoke bielorruso. El único trabajo de restauración y mantenimiento que Byob se planteó con Archie fue no vender su radiocasette en el mercadillo.

Así pues, condenado a una muerte segura, Archie tuvo una segunda oportunidad en su existencia, y ahora su motor se comporta como un jubilado adicto al speed, bramando feliz por las calles y las plazas como si no hubiese un mañana. Byob, no obstante, cada vez que la conduce no puede dejar de pensar en el momento en el que todo acabe con una gran tos mecánica, humo negro y una hermosa y devastadora explosión.

Es difícil determinar la edad de Archie, incluso el modelo. Sabemos que fue una reluciente, pizpireta y monísima Volkswagen Westfalia, no este amorfo amasijo de metal. Trabajó como furgoneta de los helados en una ONG, estuvo voceando consignas políticas en una revolución subtropical, sirvió durante tres años al ejército como test de resistencia a veinte tipos de bombas lapa y blanco de doce tipos de artillería pesada, y durante otros tres fue el hogar de una nutrida familia de lemures, abandonada en la selva... Aquí se le pierde la pista, hasta reaparecer súbitamente y estrellarse al instante en el bol del ponche en medio de la convención anual de Hipocondríacos Sin Fronteras, conducida por un chimpancé ebrio.

Tras varios años adorada como una deidad por una comuna de hippies, y otros seis meses en el fondo de un estanque (los hippies siguen allí), se vuelve a perder su paradero... hasta que alguien la vende a una chatarrería a cambio de medio pollo asado y el vale de descuento para un masaje tailandés. Diez años sufrió Archie ensartada en una tubería sobre un tejado a diez metros de altura, inmóvil, haciendo de reclamo para una marca de quitamanchas. Tras matar a dos clientes por desprendimiento súbito de la junta de culata, Archie acabó sus días arrinconada en el depósito municipal, sin que sus remaches, manchas de grasa y escapes de gas nocivo tuviesen la más mínima esperanza de otra oportunidad para desparramarse indiscriminadamente sobre la superficie del planeta. Desde que percibió las gozosas vibraciones del "Rock n´Roll Radio" de los Ramones la primera vez que Byob pisó el acelerador para escapar del depósito, Archie es, sencillamente, feliz como monovolumen. Como al trasero de Jennifer López, sólo le falta hablar.

Ah, por cierto, Archie tiene un "habitante" a pensión completa del que poco podemos contar por el momento. ELMER es una entidad indeterminada que habita en Archie desde que emigró de un Dacia Logan, en busca de una vida mejor. Por el carácter que se gasta la entidad que llamamos Elmer,deducimos que no lo consiguió.